sábado, 18 de mayo de 2013

                             Capitulo 2 

6 meses más tarde...
Abro los ojos y me miro en el espejo del baño me lavo la cara con agua fría y me cubro las heridas de las muñecas con una venda quejándome al ponerlas. Vuelvo a la habitación y empiezo a vestirme, recogiéndome el pelo en una coleta.
Se me olvida algo...-digo pensativa- da igual. -Cojo una chaqueta y salgo de la habitación.
Camino por el pasillo y bajo por las escaleras.
Buenos días, princesa ¿A dormido bien? -dice sonriente Clara, la secretaría-
Si.. ¿Podrías pedir que me pusieran más vendas? gracias
Claro que si, no se preocupe -asiente y continuo bajando las escaleras-
Y por favor no me llame princesa... suena muy serio -digo sonriente. Entro en un comedor y sonrío al ver a todos sentados. Mi padre, mi madre, mi hermana, pero esa imagen se borra y sólo queda un comedor vacío.
Buenos días -se acerca Louis por detrás-
Buenos días Louis -suspiro y cierro las puertas-
Su tía Mary ha venido a verla ¿me acompaña? -me tiende el brazo y me engancho en el-
Mary... -digo pensativa mientras camino con Louis- Hace tiempo que no se de ella, seguro que quiere algo.
¿Quién no ha querido nada de usted? -se para enfrente de unas puertas- Recuerde ocultar las cicatrices. -asiento y sonrío levemente. Me abren las puertas. La veo de espaldas sentada en una mesa.-
Tía Mary -me acerco a ella haciéndome la sorprendida-
Hola querida -dice seria y me da dos besos-
¿Quieres desayunar o tomar algo? -me siento a su lado. Esta niega con la cabeza algo asqueada- No querida ya tome algo antes de venir.
¿Ocurre algo?
Bueno -mueve sus manos nerviosa- se rumorea, pero que conste que a mi no me gusta los rumores. En fin, se rumorea que dentro de poco el reinado de los Bladimir  va acabar.
¡¿Qué?! -me sereno y sonrío tranquila-
Al parecer alguien sucederá a tu abuela y gobernara en tu lugar .
Pero... -me relajo- sólo son rumores que circulan y yo no me había enterado de ellos
Ya bueno -asiente de mala gana- Pues al parecer ya hay candidato para tu puesto, querida -se pone los guantes- Un tal duque Brisckton.
No hay que preocuparse -me acomodo en la silla-
-Se levanta algo alterada- Yo sólo te aviso de lo que se avecina. Tú sabras si quieres acabar con esto o no. -camina hacia la puerta- Espera ¿ya te vas?
Oh si querida, sólo venia a decirte eso -me da dos besos- Tu sabras lo que haces y no hace falta que me acompañes, ya se salir.
Me quedo quieta sin entender que ha pasado, salgo de la estancia aún extrañada.
¿Clara? -la busco por los distintas habitaciones que hay-
Prince... Digo Mariel ¿Le ocurre algo? -aparece detrás mía-
Se dice por ahí que me quieren quitar el reinado ¿Eso es cierto?
Bueno, se esta hablando pero no es nada seguro -se ríe nerviosa-
¿Nada seguro? ¿Por qué no se me ha informado? -alzo un poco la voz- Quiero saberlo todo y mañana quiero ir al... -me interrumpe un sirvienta con el teléfono en la mano- Para usted majestad.
-Lo cojo- ¿Diga?
¿Estas preparada para esta noche?
Miranda... -suspiro. No me acordaba de la fiesta de esta noche- Hablamos luego, ahora es un mal momento -cuelgo-
¿Va todo bien, señorita? -pregunta Clara-
No, quiero que me averigüe todo sobre el duque de..
Brisckton -contesta Clara-
Si, quien es, donde nació, quien en su familia, todo. Después llame -digo con mala gana- a mi abuela.... -esta lo apunta todo en su agenda- Y por último y lo más urgente -hago una pausa- Búsqueme un vestido para esta noche.
Bien y ¿cómo lo quiere?
¿cómo quiero el qué? -le miro extrañda-
pues... el vestido -se me queda mirando-
Oh claro -río algo avergozada- pues no se... de fiesta



martes, 14 de mayo de 2013

Me encierro en mi habitación, sin dejar de llorar me tumbo en la cama agarrando la almohada.
Mariel, ábreme -Amelie toca la puerta- Quiero estar contigo por favor -sigue tocando- Venga olvídalo, te contare todo lo que hice en el viaje.... -después de estar un rato tocando, Amelie se va-
Me despierto con un fuerte dolor de cabeza, oigo ruido fuera. Miro hacia la ventana y veo que es de noche, me incorporo y busco un reloj. Las 20:50 y sigo oyendo ruido fuera y gente hablando, me levanto despacio y voy a la ventana a mirar. No veo nada ni a nadie, todo oscuro. Cierro las cortinas de la ventana y noto como mi estómago me pide algo de comer, me relamo los labios pero no tengo ganas de salir de aquí. Voy al teléfono y marco un número.
Dígame ¿Qué desea?-se oye una voz femenina-
¿Me puede traer algo de comer por favor? 
Enseguida madame.
Cuelgo y me siento en el sofá a esperar. Dejo caer mi cabeza y la apoyo en una mano, me fijo en un pequeño espero que hay en la mesita y lo cojo con desgana.
Me reflejo en el y veo mis facciones, me fijo en mis ojos cansados y tristes en mis grandes ojeras, en mis labios sin sonrisa y sin color, en mi piel pálida y descuidada, en mi pelo enredado y estropeado.
Tocan la puerta.
Adelante -digo con desgana aún mirándome en el espejo-
-Entra Louis con una bandeja- Que sepas que esto es un manjar -lo deja en la mesa y continua hablando sin que le preste atención-
Que me diría mi hermana... -digo derrepente interrumpiendo a Louis-
Le diría que esta horrible -se queda pensando- horriblemente guapa por supuesto
-Dejo el espejo por algún lado del sofá y mio la bandeja- A ver ¿Qué me has traído?
Pues esto... Se lo dije antes: compota de manzana y kiwi
Oh si claro compota...
Esta buenísimo, es un manjar
-Le interrumpo- Pues si tanto te gusta cometela tú -alzo un poco la voz-
-Louis se queda mirando paciente- Oye Mariel creo...
¿Pero que pasa? ¿Es que siempre vas a tener la última palabra? Mariel esto, Mariel lo otro -sigo alzando la voz- Trabajas para mi así que trátame con respeto y llévate eso de aquí. Quiero comer comida ¿Lo entiendes?
-Louis no dice nada y deja la bandeja en el mismo sitio, camina a la puerta la abre y murmura- En los 23 años que estoy contigo nunca me has pedido nada y yo te lo he concedido todo. Ahora soy yo quien te pide que te comportes como la persona que eras antes, no en lo que te estas convirtiendo ahora -después de decir eso sale y se marcha-
Tiro los cojines furiosa contra el suelo y vuelvo a romper a llorar con rabia y pena por mi misma. Mi llanto se oye por todos lados, cansada de seguir con esto, con el sufrimiento de mi vida me tiro del pelo como una loca y tiro la bandeja al suelo. Cojo el cuchillo que ha caído al lado mía, me quedo mirandalo unos minutos, suspiro y lo paso por mis muñecas haciéndome heridas. Lo suelto. Rompo los cojines y esparzo las plumas por toda la habitación. Mi dolor de cabeza aumenta, correteo por la habitación sin saber que hacer, notando como resbalan hilos de sangre por mis dedos. Resbalo con la alfombra cayendo al suelo y quedándome tumbada boca arriba, cierro lentamente los ojos mareada pero el dolor de cabeza no cesa

¿Has visto? Soy tu Romeo -dijo Agus sonriendo- Y como tu Romeo que soy te ordeno que bajes Julieta.
¿Y si me niego? -dije apoyándome en la ventana-
No me obligues a subir, Julieta -alza los brazos- Venga baja, yo te cogeré.
-Me río- Estas loco -cierro la ventana y no evito sonreír. Sonreír que sensación tan extraña, hacia tiempo que no lo hacia. Camino a la puerta y salgo por ella, bajo rápido las escaleras y voy a una de las mesas del jadín donde esta él.
Hace tiempo que no te veo, princesa -extiende sus brazos y dejo que me abrace-
¿Qué tal tu viaje? A cuantas has conquistado -digo riendo-
A ninguna, yo soy fiel a usted Julieta
Ya, ya seguro, muy fiel -me cruzo de brazos sonriendo leve-
¡Prima! -oigo por detrás y noto que alguien me abraza- me he enterado que no querías bajar a verme.
Amelie -me giro y meto un mechón de pelo tras su oreja, beso su mejilla - te echado de menos
Una sirvienta deja una bandeja con comida en la mesa. Agus coge una copa de fruta y la mira extrañado.
¿Y esto que es?
¡Fruta! -grita Amelie y se la quita de las manos. Empieza a comer- que rico -habla con la boca llena-
Pediré que te traigan otra cosa -hago llamar a una sirvienta-
No hace falta, ya sabemos quien se comerá el mío -dice Agus sentándose en una de las sillas-
Me siento frente a el y cojo mi copa de fruta. La miro y veo todos los colores mezclados de la fruta; verde, rosado, naranja... Colores en un sólo sitio.
¡Eh! -Amelie me da un suave golpe  con la pierna. Vuelvo a dejar la copa en la bandeja.-
Perdona -me acomodo en la silla y bajo la mirada al ver que Agus no deja de mirarme-
Te veo bien -dice finalmente Agus dejando caer su pierna en la otra-
Es verdad, tienes un color estupendo de cara ¿Qué has hecho? -dice mi prima terminando su copa-
-Vuelvo a bajar la mirada algo incomoda- Nada...- digo en bajito y me muerdo el labio evitando las miradas de los dos-
Tus padres aún no han vuelto ¿no?
-Niego con la cabeza y veo acercarse a Louis- Señores, espero que estén disfrutando y advertirles que dentro de poco estará la comida -dice apoyándose en la silla detrás de mi-
¡Oh! pues tendré que dejar de comer -dice Amelie tapándose la boca con la mano-
Me temo que si señorita, pero... -Louis se acerca a ella y le susurra algo. Ella sonríe- Louis muchas gracias -este asiente y clava su mirada en mi. La evito algo incomoda. Agus se da cuenta y dice- Louis sería mucho pedir que... -se levanta y va hacia el susurrándole algo- No hay problema señor Agus. Bueno no molesto más, les avisare para ir a comer.
Gracias Louis -digo de mala gana y giro la cabeza hacia otro lado. Éste asiente y se va, Agus vuelve a sentarse y me mira serio-
Se acabo -alza un poco la voz y Amelie da un pequeño sobresalto-
Agus... -susurro-
¿Te has visto? Estas horrible... Estas pálida, sin vida ¿Te crees que es forma de vida? No..-le interrumpe Amelie- Me dijiste que no dirías nada, Agus.
Amelie, la ves como yo, deberías decirle algo tu. -Amelie me coge la mano sonriente- No le hagas caso, estas genial -la miro sin decir nada-
¿No te cansas de estar así? ¿de ser un fantasma? Te estas consumiendo tu sola en esa habitación -miro   Agus notando como mis ojos se llenan de lagrimas- No sabes lo que estoy pasando... -susurro con debilidad-
Cierto, no sé si estas triste porque tu novio y tu hermana hayan muerto o porque tu novio se tiraba a tu hermana
¡Agus! -grita Amelie enfadada-
-Empiezo a llorar cubriendo mi rostro con las manos. Noto como Amelie me pasa el brazo por encima consolándome- No pasa nada, es un idiota no le hagas caso.
Deberías olvidarte ya ha pasado 1 años de aquello -dice Agus levantándose de la mesa-
-Grito- Vosotros lo sabíais. Tú lo sabías y aún así no me dijiste nada -continuo llorando- Y pretendes que de la noche de la mañana me olvide como si nada hubiese pasado -Aparto el brazo de Amelie y salgo corriendo hacia dentro llorando desconsoladamente.
Eres un imbecil -dice Amelie furiosa- llevaba meses sin salir de su habitación, sin querer ver a nadie y vas tú y lo estropeas todo. A ver como lo arreglas -se levanta y camina hacia dentro-
Bravo, bravo -viene Louis aplaudiendo despacio- en un simple minuto has conseguido amargarla más de lo que estaba. Te felicito -le da palmaditas en la espalda-
-Suspira- Yo sólo... quería entrarla en razón.
Si no lo he conseguido yo, dudo que tu puedas. Por cierto, la comida esta lista -se marcha-





jueves, 9 de mayo de 2013

Las princesas aún existen


                            Capitulo 1
-Yo pensé que el me quería, que me amaba, quera suya simplemente y el era mio, solamente mio. No de ella, de mi hermana. Mi hermana... Que la quería, que la adoraba. Mi hermana mayor, mi querida hermana mayor que se fue con él y él con ella. Y ahora no están... No están conmigo. Las personas que más quería y ahora...-
-Deje de lamentarse, señorita- Dice la sirvienta haciendo la cama- las cosas suceden por algo y a pasado tiempo de ello. Olvidelo siga viviendo-
Sigo mirando al frente, sin mirar a ningún punto del paisaje, con la mirada perdida. Empaño el cristal de la ventana de un suspiro.
-Retirese por favor-
La sirvienta asiente y se va en silencio, después de cerrar la puerta agacho la mirada y camino hacía el escritorio. Me siento en el y abro mi libreta. Suspiro una vez más y empiezo a escribir:
    Mi vida, yo no quería que fuese así. No lo elegí. No elegí ser quien soy y como soy y ahora toda la responsabilidad viene a mi. 
Nací en Francia y aún sigo en ella, en una familia no humilde pero tampoco... Es simplemente mi familia.
Crecí feliz con mis padres y mi hermana mayor Gisel. Me cuidaba, me mimaba y siempre estaba conmigo. Fui al colegio, se me hizo algo difícil hacer amigos por ser quien era. Mas tarde encontré amigos que sólo me querían por eso mismo motivo. 
El colegio no fue una etapa fácil, fui a varios colegios, conocí a mucha gente de todo tipo. Harta de estar en sitios distintos, quise quedarme en un sólo colegio y por fin encontré ''amigos''. Y entre ellos estaba él, Jean el amor de mi vida, la persona a la que más quería en este mundo. Jean, mi vida entera se basaba en el... y derrepente se acabo. Se acabo todo, me dejó aquí sola. Se llevo a mi hermana con el, mi hermana a la que tanto quería y...
-Mariel ¿puedo entrar?- aporrean la puerta- ¿Marlen? 
Me quedo mirando la libreta unos segundos, después la cojo y la guardo en el cajón. Me levanto y me coloco bien el vestido mientras caminos hacia la puerta y abro.
-¿Que quieres Louis?- me apoyo en la puerta.
-Quería ver como te habías levantado hoy. No te vi en el desayuno- entra en la habitación -
-No tenía ganas de bajar y quise desayunar aquí ¿algo más?- digo aún apoyada en la puerta - 
-Suspira- Tu prima esta aquí. 
Bien, gracias iré ahora a verla -le incito a salir- 
Mariel... -dice saliendo-
Gracias, Louis -cierro la puerta en sus narices- 
Me quedo apoyada en ella pensando, pero no pensaba en nada tan sólo mantenía la mente ocupada. Cierro los ojos despacio aún apoyada en la puerta. No oía nada sólo el latido de mi corazón, la sangre corriendo por is venas. Sentía escaparse algunos pelos de mi peinado. Después de estar rato así, abrí mis ojos y vi mi habitación, todos los rincones de está. Deje de escucharme por dentro pues ahora sólo escuchaba pequeños ruidos en la ventana. Venían y volvían, venían y volvían, me quede mirando la ventana extrañada y veía cosas negras que subían y bajaban. 
Me acerque y mire hacia abajo, sonreí levemente y abrí la ventana.