Carolina



No tiene edad para hacer el amor.
Esa canción esta en lo cierto, aunque Carolina lo niega pues dice que con 16 años puedes hacer muchas cosas.
El otro día me la encontré con una de sus famosas sonrisas y le pregunte cual era el motivo a lo que ella me contesto ¿ Quieres escuchar una historia con moraleja? pues sientate y escucha.

Todo ocurrió la mañana de sábado, Carolina se había levantado más tarde de lo habitual y en vez de irse al baños como de costumbre, se dirigió con entusiasmo al ordenador. Lo encendió, empezó a morderse las uñas con nerviosismo a la espera de que se cargase la página de Facebook.
¡Ahí estaba! Ese mensaje que el contenido era muy valioso para ella. Pico dos veces a la velocidad de un rayo y se dispuso a leer, cuando su madre la interrumpió abriendo la puerta se su habitación.
-¿Se puede saber que haces en el ordenador a estas horas de la mañana?
+Mami es que ...( piensa rápido Carol) tengo que abrir un correo de la seño de filosofía.
-A bueno, que yo no me entere que estas en el fasebuc ese.
+Mamá se dice Facebook.
La madre salió y dejo la puerta medio abierta, pero eso no le preocupo a Carolina y comenzó a leer

Querida Carolina:


Como veis esta es la primera parte de una gran historia, seguid leyendo si os interesa.


¿Continuamos con la pequeña historia?
Querida Carolina:
Me alaga que después de tanto tiempo volvamos a hablar, a mi tampoco me gusto como quedaron las cosas en el pasado, pero pasado pasado es ¿ no? Pues vivamos nuestro presente y futuro.
Me ha gustado saber de ti y saber que te van bien las cosas. Te he hechado tanto de menos, no te lo puedes ni imaginar, mi vida estaba tan vacía sin mi mejor amiga. Pero se a llenado e iluminado con tu mensaje.
Yo también te quiero ver¿ Qué tal si tu decides el día, hora y lugar? Siempre se te a dado mejor a ti organizar las cosas.
Buenas Noches, Mi querida Carolina.
Alex, sigue siendo tan dulce como siempre, piensa Carolina. Derrepente oye unos pasos que interrumpen sus pensamientos y cierra tan rápido como puede el ordenados. ¡¡Puf!! que susto, es Jaime el hermanos mayor de Carolina, el que estaba subiendo las escaleras. La verdad es que es muy guapo su hermano, lo malo es que tiene novia, pero creo que todos los chicos guapos tienen novia o solo en los que me fijo yo.
Más tarde, Carolina se encuentra en la cocina limpiando como de costumbre. Esta exhorta en sus recuerdos, el recuerdo aquel en el que en una simple noche le dijo adiós a Alex, su confidente, su mejor amigo, su gran amor.
Le había dicho adiós por ese último motivo, porque no podia pasar un solo día con el sin que su corazón se le saliese del pecho, sin que sus mariposas interiores le oprimieran el estomago intentando salir. Pero nunca llegó a decírselo por cobarde, por miedo a que le dijese que no, por miedo a que le dijese que si y al final de todo lo perdiese como amigo.


Al final Carolina se armo de valor y pensó ¿ Por que no? y le volvió a escribir

Bueno querido amigo que te parece si nos vemos el viernes,
quedamos en tu casa, yo llevare películas y como en los
viejos tiempos nos quedamos dormidos en el sofá
y después al levantarnos nos quejaremos de
la mala posición en la que hemos dormido,
como en los viejos tiempos.


Tu querida Carolina
Y llego el aclamado viernes y allí estaba ella delante de la puerta con el corazón que se le iba a salir del pecho, con mucha fuerza toco el timbre y allí estaba el con su sonrisa juguetona y esos ojos dulces color miel. Quería abrazarle, llorar y recuperar el tiempo perdido, ese tiempo que podía a ver sido maravilloso.
-Traigo pelis y palomitas...- dijo ella
- Bien como en los viejos tiempos - se rió- Sigues igual de bajita- con su mano puesta sobre su cabeza, volvió a reír.

- Y tu sigues siendo igual de bobo- le dio un leve empujón y entro en esa casa llena de buenos y bonitos recuerdos. Momentos que pasaron juntos. Ella se volvió y le miro, el también la estaba mirando. ¿Como he podido ser tan idiota y haberme alejado de el? Pensó Carolina para sus adentros.
- Bueno dejame ver que películas has traído para ir descartando- le cogió las películas de las manos y se las llevo a la sala de estar.
-No son una maravilla, pero tampoco es que haya encontrado muchas de las que a nosotros nos gustan- después de hablar empezó a rodear el pequeño salón recordando.
-Esta me gusta- la cogió y se la enseño.- ¿Encerio quieres ver Querido John?-
-Si ¿Por que no? me gusta el argumento-
-Porque es de amor y además esas no te van- se rió.-Y que mas da, te vuelvo a repetir me gusta el argumento así que ven aquí y sientate a mi lado muñeca.-
- Esta bien usted manda- Y se sentó a su lado.


¿Por que estoy tan nerviosa? ¿ Pero que me pasa? Quiero poner mi cabeza sobre su hombro... ¿ Lo hago o no lo hago? ¿ Lo hago o no lo hago? Calma, no pienses actua sin mas, además ¿que puede pasar? Pues lo que llevas esperando tanto tiempo. Pensó Carolina para sus adentros.
Al final se decide y coloca su cabeza sobre su hombro y el le besa el cabello y coloca su mano sobre el muslo de Carolina, entonces se acomoda y el le dice- Veo que estas muy cómoda ¿no?. -Concentrate en la película idiota.- Y se aferro muy lentamente a el y la volvió a besar pero esta ves en la frente y dejo la cabeza apoyada en la de ella. Estuvieron a si hasta que termino la película.


No quiero levantarme quiero seguir así, el junto a mi y yo junto a el. Derrepente salio como de la nada, Alvaro el hermano mayor de Alex, se parece mucho a el, pero Alex es mas guapo.
Vaya que juntitos estáis ¿no?-De un salto se incorporaron- Me alegro de verte de nuevo Carolina-Y salio riéndose de la habitación.
-Vaya que cambiado esta tu hermano, esta en la universidad ¿no?¿Que esta estudiando?
-Derecho, el año que viene creo que se va a París a estudiar.-Que bien yo siempre he querido ir allí.-
-Lo se, siempre me lo decías, vamos al cuarto de juegos y allí comemos algo.
Carolina no sabe que pensar por lo que le acaba de decir Alex, aun se acuerda de todo, toda las cosas insignificantes que le decía. Ella baja al cuarto de juegos mientras que el coge la comida de la cocina.
-Mi madre me insiste en que te quedes a dormir.
-Bueno si insiste-
Carolina se siente incomoda, no sabe como actuar después de lo que paso y sabe que al fin y al cabo tienen que hablar de ello pero ella no se atreve y el no deja de mirarla con esos ojos a los cuales ella no puede dejar de mirar.
Después de 20 minutos hablando sobre la película y de cosas insignificantes, Carolina se arma de valor y comienza hablar.-Espero que me perdones por lo que a pasado-
-No tengo porque perdonarte, solo quiero que me expliques porque un día dejaste de hablarme, porque un día dejaste de ser mi amiga
-Es muy complicado de explicar y no se si podre decírtelo
-Pues creo que tengo derecho a saberlo.
-Y lo tienes, es solo...-suspira-que no era mi intención que todo esto acabara así, nuestra amistad, pero es que no podía evitarlo...no podía-y comienza a llorar, mientras que el se acerca a ella despacio.
-¿Evitar el que? Carolina-
-Evitar...evitar enamorarme de ti. Enamorarme de tus ojos de tu sonrisa. Eres mi confidente y mi mejor amigo--¿Por que no me lo dijiste?-
-Porque fui estúpida y pensé que me dirías que no y también pensé que si me decías que si te perdería como amigo.
-Pues si que eres estúpida-Le acaricia el pelo y se lo mete detrás de la oreja y otra ves su sonrisa juguetona-Porque yo también lo estaba y lo estoy y estaba buscando una forma para decírtelo cuando me dijiste adiós, pero mira que tu pensar eso- y empezó a reírse
-Y yo que sabia, te crees que soy adivina-También empezó a reírse.
-Anda ven aquí, siempre seré tu confidente y amigo- Lo dijo mientras se apoyaba a la mesa de billar, ella se acerco y el le quito las lágrimas de los ojos y después la abrazo.
Mientras la abrazaba Carolina pensaba, como te echaba de menos, te necesitaba.
Se quedaron hablando hasta las dos de la mañana
-Creo que es hora de ir a dormir- dijo Alex bostezando.
-Si, por una ves en tu vida tienes razón-
-¿Como?- Y se rieron. Salieron corriendo escaleras arriba.
Carolina estaba cansada, cansada de tanta tensión que tenia en su cuerpo y en su corazón, pero en un día, en una noche se desvaneció todo.
Corriendo llegaron a sus habitaciones. Se miraron, el lentamente se acerco a ella que estaba apoyada en la pared, la agarro suavemente con la mano la cintura y con la otra le acariciaba la cara.
La beso, un beso dulce y deliciado, de esos que no quieres que acaben nunca.
Después el la volvió a mirar y le dijo:
Buenas noches mi dulce niña Carolina.
El despertar:
A la mañana siguiente Carolina no se podía creer lo que había pasado. No durmió en toda la noche y aun seguía en la cama ¿Qué horas podían ser? ¿Las nueve, las diez? A ella no le importaba. Estaba como en una nube, como en un sueño, como...
-¿Se puede?- Era Alex tocando la puerta
-Esperate que me maquillo un poco- dijo ella entre risas
-¡¿Enserio?! O por favor como sois las mujeres-
-Que no bobo, que es una broma, pasa-
-A bueno- y abrió la puerta
Tenia todo el pelo despeluzado y con cara de sueño, pero aun así seguía guapo.
-¿Puedo?- acercándose a la cama
-Por supuesto- dijo ella con una gran sonrisa. Y abrió las sabanas y se metió en la cama junto a ella.
-Fuera esta lloviendo ¿Tienes frió?
-Un poquitin- mintió, pero solo quería estar más pegada a el.
-Ven acercate más a mi ¿Estas más cómoda así?- pegándola más hacia el y pasándole el brazo por encima
-Ahora si-
Carolina, que tenia su cara puesta en el pecho de Alex, podía oír los latidos de su corazón, bubum, bubum, bubum.
Ahora nada malo podía pasarle entre sus brazos, salvo...
-¿Carolina estas despierta?- era la madre de Alex abriendo la puerta.
-Podría esperar un momentito- dijo rápido Carolina mientras Alex se escondía debajo de la cama.
-Pues claro, solo quería decirte que cuando quieras pue...- en ese momento Carolina abrió la puerta.
-¿te ocurre algo Carolina?- dijo un poco sorprendida
-No ¿Por qué lo dice?-
-Oh por nada cosas mías. Mira que cuando quieras puedes bajar a desayunar, no tengas prisa, ya sabes que estas en tu casa-
-Pues claro, muchisimas gracias- y diciendo esto la madre se alejo y Carolina cerró las puerta. En ese momento salia Alex de debajo de la cama.
-Uff, por poco nos pilla- colocándose bien el pijama
-si casi- colocándole el pelo
-Bueno sera mejor que me vaya a mi cuarto a cambiarme- decía dándole la espalda
-Si sera lo mejor, yo también me vistire- decía girándose y mirando su pijama-
-Huy se me olvidaba una cosa- decía el con la mano puesta en el manillas de la puerta.
Se acerco hacia ella y con la mano puesta en su barbilla la beso y le dijo
-Buenos días- y después se marcho, cerrando la puerta tras el.
Carolina quería gritar, gritar de alegría, de felicidad. Como era posible que fuese tan lindo, tan mono, tan... no tenia palabras para describirlo.
Le quiero, le quiero y le quiero, no podía dejar de pensarlo y no quería.
Estaba mejor que en un sueño, mejor que en una nube,estaba en la vida real y era maravillosa. Se vestía mientras pensaba en su sonrisa, en sus ojos, en sus labios juntos a los suyos, sus labios tan perfectos como el. ¿Sepodia ser tan afortunada? pensaba Carolina mientras terminaba de vestirse y recoger sus cosas.
Después abrió la puerta y estaba el, con sus simples vaqueros y una camisa, con el pelo más o menos ordenado y con una sonrisa en la que se veia sus dientes tan colocados.
-¿Vamos?- tendiéndole la mano.
-Vamos- cogida de la mano junto a el.
El desayuno:
Bajaron juntos y sonrientes, sin poder dejar de mirarse.
-¡Qué os pasa chicos?- pregunta el padre de Alex mientras lee el periódico y toma café.
-Buenos días- decía Carolina, un poco avergonzada.
-Ven Carolina, sientate aquí, enseguida te traigo tu leche¿quieres café o chocolate?
-Pues café si es posible- no había dormido nada en toda la noche y lo necesitaba.
-A mi lo de siempre, mamá- decía Alex mientras disimuladamente le cogía la mano a Carolina por debajo de la mesa. Más tarde, apareció su madre con el café en una mano y en la otra un plato lleno de galletas.
-Alex ¿qué estas haciendo?
-Nada- apartando la mano.
-Pues entonces ven ayudarme a traer más cosas-
-Si mamá- lo dijo arregañadientes y acompaño a su madre a la cocina.
En ese momento apareció Alvaro, aun seguía con el pijama y el si que necesitaba urgentemente un café.
-¿Qué horas son estas de levantarse?- decía el padre miestras pasaba la página de su fiel periódico.
-Bueno, una hora prudente- contesto Alvaro entre risas.
-¿Y como es que bajas en pijama?-
-Pues mira, te lo voy a explicar, tu sabes que el desayuno es el alimento más importante de todos¿entonces, por qué no comer cómodo?-
-Ya desde por la mañana estas diciendo tonterías-
-¿Y tu que tal anoche?- decía Alvaro dirigiéndose a Carolina que estaba al lado suya.
-Pues bien-
-¿Solo bien? estuvo mejor que bien-
-¿A qué te refieres?- preguntó Carolina un tan desconcertada.
-Se lo que paso anoche, os vi-
-¡¡¿Qué?!!-
-Si y deberías tener cuidado, mis padres se huelen algo-
-¿Pero como?-
-Pues...¡Bien! más comida, que hambre tengo.-
-Pero bueno ¿tu estabas aquí y no vienes a ayudar?
-Acaba de bajar, cariño. Como ves aun sigue con el pijama el señorito- dijo su padre doblando por la mitad el periódico.
-¿Donde saliste anoche?- le pregunto Alex a su hermano.
-Pues a la nueva discoteca del centro, no me acuerdo de como se llama, pero van muchas chicas guapas, algún día te llevare.
-Ni se te ocurra que es menor de edad y seguro que solo sirven bebidas alcohólicas.-
El padre de Alex era algo autoritario para algunas cosas, mientras que su madre es mas dulce y protectora, como todas las madres.
Después de desayunar, Carolina ayuda a Alex a recoger la mesa
-Tu hermano lo sabe-
-Bah, no te preocupes no dirá nada.-
-¿Pero que pasa si lo saben tus padres?-
-No lo se, pero creo que es mejor que no lo sepan- decía llevando los platos a la cocina
-Es preocupación nada más.-
-Lo sé, se que te preocupas por mi, pero no pasa nada. Si lo saben lo saben y si no lo saben pues no lo saben, dejalo estar.
Carolina seguía pensando en eso, ¿qué podía pasar si sus padres se enteraban?
-Bueno¿qué quieres hacer?- le dijo el apoyado a la encimera de la cocina con los brazos cruzados.
-Podemos hacer muchas cosas con un día así- dijo Carolina con una sonrisa burlona en sus labios.
-¿ Cómo el que?- arqueando la ceja.


Después de todo:
Después de todo, Carolina era feliz, consiguió lo que tanto ansiaba. Ahora se encontraba en su habitación, buscando cobertura en su móvil, cuando derrepnte ring ring ring ring. Era Estela, la mejor amiga de Carolina.
-Por fin me llamas, te llevo llamando toda la mañana ¿Dondé estabas metida?
-Hay perdona, pero estaba un poco liada, bueno ¿Me lo vas a contar?
-Por donde empezar...-Carolina mientras hablaba se tumbó en la cama-Estoy saliendo con el-¡¡¿Qué?!!-decia Estela con un tono de decepción
-¿Què pasa? ¿Es que no te alegras?
-Pues claro que me alegro tonta-mintió-¿sigues en su casa?-
-Si-
-¿Y cuando te vienes?- Decia Estela con interes
-No lo sé, pero me quiero quedar lo máximo posible. Estoy como en un sueño, aun no me lo puedo creer.-
-Ya me imagino como te sientes, pues yo tampoco me lo creo- decia Estela con una risita cortante- Bueno te tengo que dejar que tengo muchas cosas que hacer. Adios- y colgó.
-¿Hola?¿Estela?-
¿Pero que le pasa? se preguntaba Carolina. ¿Esta molesta? ¿Pero por qué? miles de preguntas aparecian y solo Estela las podia responder, y en ese mismo momento el sonido de la puerta la interrumpio entre sus pensamientos.
-Hola- era Alex. Tus padres acaban de llamar.-
-¿En serio? ¿ y qué querian?- decia Carolian sentada en la cama.
-Pues que fueras recogiendo tus cosas, que te vienen a buscar- dijo Alex medio triste
-¿Qué? pero si les dije que iba a pasar el día contigo-
-Ya, bueno, un cambio de planes-
-Ahora mismo les llamo- y diciendo esto cogio el telefono y marco el núermo de su casa.
¿Cómo me podia hacer esto? queria quedarme con el.
-¿Mamá?-
-Si, tu padre dentro de 20 minutos estara ahí, espero que tengas las cosas preparadas porque tiene un poco de prisa.
-Pero pense que me podia quedar aqui hasta la tarde-
-Lo siento, pero hay una com ida que le ha surgido a tu padre y quiere que vayamos también nosotras.-
-Pero...-
-Ni peros ni nada, ya quedaras con el en otro momento. Después hablamos, adios-
Con lo bien que estaban saliendo las cosas y surge esto.
-¿Has podiado hacer algo?- pregunto Alex sentandose en la silla.
-No nada, dentro de 20 minutos viene mi padre- ella se sento en sus rodillas.
-Bueno, no es el fin del mundo ¿no?- y la beso
-No pero yo queria quedarme contigo-
-Ya nos vemos mañana si eso-dijo con una sonrisa.
-Si, también quiero ver a Estela, antes la llame y no se la note rara-
-¿Rara cómo?-
-Como si le hubiese molestado- y se levanto- Le dije que estabamos saliendo.-
-¿saliendo?- dijo el con una risita burlona. Se levanto y se dirigio a ella.
-Si ¿Qué pasa? ¿ no lo llamaria asi?- dijo entre risas- ¿acaso tienes otro nombre?
- no y ¿tu?- acercandose a su cara
-Carolina ya esta lista?- decia la madre de Alex desde el salón
-Si- y dirigiendose a Alex- ¿me ayudas con mis cosas?-
-Pues claro- con una sonrisa burlona
y los dos bajaron la escalera hasta llegar a lo que era la puerta principal.
-¿prefieres esperar fuera o dentro?- le pregunto Alex
-Fuera mejor-dijo Carolina mirando a su alrededor.
Estuvieron esperando en el sillocito de fuera hasta la llegada del padre de Carolina.
Pi pi, ya llegó papá, decia Caroliina para si, pipi y otra ves que pesadez
-Dejame, te acompaño hsta el coche-
-No, sera mejor que te quedes aqui, no vaya ser que se ponga más nervioso de lo que esta-
-como quieras, ¿te llamo esta noche?
-claro- y le beso como despedida
Y ahi estaba ella, en el coche mirando las nubes del cielo.
-Carolina cariño espero que no te importe hacer compañia a Lucas, ya que después iremos a su casa.-
-A Lucas mamá- lo dijo casi gritando- pero si es un malcriado, no lo soporto.-
-Ya lo se pero es lo que toca.-
Una mañana perfecta para que acabe en un día desastrozo.


¿Una mala amiga?
¿Lo era? se preguntaba Estela ¿por qué? ¿por qué? y ¿por qué? ¿cómo ha podido pasar? ¿y ahora yo que hago? se planteaba Estela. Mi mejor amiga y el chico que me gusta ¿ se lo tenia que haber dicho?
No se lo podía creer, no se lo queria creer. Estela y Carolina eran amigas desde la infancia y más tarde en primaria se les unió Alex, los tres eran inseparables, hacían todo lo que podían juntos, se lo contaban todo como hacen los amigos, pero ese sentimiento cambio en el año de 3ªde la ESO cuando Estela empezó a sentir algo por el, pero lo oculto nunca se lo dijo a nadie menos a su mejor amiga que ella también empezaba asentir algo por el. Ese sentimiento se fue agrandando con el paso de los años y lo seguía ocultando, pero a diferencia de Carolina nunca se separo de el estuvo con el cuando Carolina decidió dejarle de hablar.
Escuchaba todo lo que soñaba, lo que pensaba, lo que sentía pero no sirvió de nada porque al final la eligió a ella, a Carolina.
¿Pero ahora que puedo hacer yo? nada solo apoyarles y fingir que estoy contenta mientras que por dentro estoy rota. Pensaba Estela ¿que hago? ¿olvidarme? imposible, ¿sacarlo fuera? puedo herir a mucha gente pero ¿qué más da? yo lo estoy.
Tranquila Estela respira, no es el fin del mundo. Y en ese momento una salvación que la sacaría de sus monótonos pensamientos, el móvil le sonaba, rápido fue a cogerlo.
-¿si?- dijo quitando se las lágrimas de la cara
-Vaya, hola- era Alex, que importuno
-Hola Alex- dijo Estela algo angustiada por si le notaba la voz débil.
-¿estas bien? me dijo Carolina que habló contigo y estaba preocupada por ti
-si, hable con ella pero no se porque te dijo eso estoy perfecta mente- mintió, como tantas mentiras le había contado.
-A pues no se, eso fue lo que me dijo ella, en fin creo que ya te has enterado ¿ no?-
- si, ya me dijo Carolina-
-¿te puedes creer que no me hablaba porque me quería y tenía miedo de que pudiera cambiar algo?-
-si, lo sabia- no tenia ganas de hablar pero tenia que aguantar un poco más
-Deberías habérmelo dicho-
-Tantas cosas debería haberte dicho...-
-¿A si? ¿Cómo el qué?-
-mmm pues que-¿pero que has hecho Estela?- ¿Qué te parece si nos vemos mañana y hablamos? ya sabes que las cosas importantes a mi por teléfono como que no-
-si me parece bien, buscare un hueco en mi agenda- dijo entre risas
- me tengo que ir, voy a comer ya hablamos por facebook ¿vale?-
-claro, hasta luego y buen provecho-
Y colgó, la pesadilla había comenzado para Estela¿Qué haría?¿Le diría que le quería?
Tenia que hacer algo, buscar una escusa, cualquier cosa para no estropear nada pero ahora solo podía hablar con una persona, bajo rápidamente las escaleras y se dirigió llorando a la cocina.
-Mamá- era lo único que podía decir en ese momento.
-mi vida¿qué te pasa?-dijo su madre preocupada
-van a salir- no podía hablar entre tanto llanto- Van a...
-Tranquila, sientate aquí y respira- acercándole una silla.
Ella se sentó y con unas que estaba en la barra lo llenó de agua y se lo bebió y más tranquila comenzó hablar
-Van a salir juntos-
-¿Quién?-
-Carolina y Alex, bueno ya están saliendo-
-Cuanto lo siento ¿y que vas hacer?-
No lo sé supongo que ser la estúpida amiga que los apoya
-hay no digas eso, solo tienes que olvidarte y buscarte otro para ti-
-si claro, como si eso fuese fácil-
-Pues lo es, además con lo guapa que tu eres puedes conseguir lo que quieras... Ahora cariño no quiero verte triste si quieres esta tarde vamos de compras.
La madre de Estela era un poco particular, era un tanto autoritaria en muchas cosas y en otras no tanto, por ejemplo le tenia prohibido a su hija beber cualquier tipo de alcohol, tampoco le permitia portarse mal en el colegio ni que sacase mala notas. Pero en temas de chicos era otra cosa ya que era madre soltera y aun seguía buscando a su media naranja. Para la madre de Estela lo más importante era que su hija fuese feliz en todo los aspectos. No era una madre protectora pero tampoco se desentendía de ella. Por eso Estela cuando tenía problemas siempre acudía a su madre ya que era casi una experta en eso temas, aunque lo había pasado mal en el amor aun seguía creyendo en las segundas oportunidades

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