martes, 14 de mayo de 2013

Me encierro en mi habitación, sin dejar de llorar me tumbo en la cama agarrando la almohada.
Mariel, ábreme -Amelie toca la puerta- Quiero estar contigo por favor -sigue tocando- Venga olvídalo, te contare todo lo que hice en el viaje.... -después de estar un rato tocando, Amelie se va-
Me despierto con un fuerte dolor de cabeza, oigo ruido fuera. Miro hacia la ventana y veo que es de noche, me incorporo y busco un reloj. Las 20:50 y sigo oyendo ruido fuera y gente hablando, me levanto despacio y voy a la ventana a mirar. No veo nada ni a nadie, todo oscuro. Cierro las cortinas de la ventana y noto como mi estómago me pide algo de comer, me relamo los labios pero no tengo ganas de salir de aquí. Voy al teléfono y marco un número.
Dígame ¿Qué desea?-se oye una voz femenina-
¿Me puede traer algo de comer por favor? 
Enseguida madame.
Cuelgo y me siento en el sofá a esperar. Dejo caer mi cabeza y la apoyo en una mano, me fijo en un pequeño espero que hay en la mesita y lo cojo con desgana.
Me reflejo en el y veo mis facciones, me fijo en mis ojos cansados y tristes en mis grandes ojeras, en mis labios sin sonrisa y sin color, en mi piel pálida y descuidada, en mi pelo enredado y estropeado.
Tocan la puerta.
Adelante -digo con desgana aún mirándome en el espejo-
-Entra Louis con una bandeja- Que sepas que esto es un manjar -lo deja en la mesa y continua hablando sin que le preste atención-
Que me diría mi hermana... -digo derrepente interrumpiendo a Louis-
Le diría que esta horrible -se queda pensando- horriblemente guapa por supuesto
-Dejo el espejo por algún lado del sofá y mio la bandeja- A ver ¿Qué me has traído?
Pues esto... Se lo dije antes: compota de manzana y kiwi
Oh si claro compota...
Esta buenísimo, es un manjar
-Le interrumpo- Pues si tanto te gusta cometela tú -alzo un poco la voz-
-Louis se queda mirando paciente- Oye Mariel creo...
¿Pero que pasa? ¿Es que siempre vas a tener la última palabra? Mariel esto, Mariel lo otro -sigo alzando la voz- Trabajas para mi así que trátame con respeto y llévate eso de aquí. Quiero comer comida ¿Lo entiendes?
-Louis no dice nada y deja la bandeja en el mismo sitio, camina a la puerta la abre y murmura- En los 23 años que estoy contigo nunca me has pedido nada y yo te lo he concedido todo. Ahora soy yo quien te pide que te comportes como la persona que eras antes, no en lo que te estas convirtiendo ahora -después de decir eso sale y se marcha-
Tiro los cojines furiosa contra el suelo y vuelvo a romper a llorar con rabia y pena por mi misma. Mi llanto se oye por todos lados, cansada de seguir con esto, con el sufrimiento de mi vida me tiro del pelo como una loca y tiro la bandeja al suelo. Cojo el cuchillo que ha caído al lado mía, me quedo mirandalo unos minutos, suspiro y lo paso por mis muñecas haciéndome heridas. Lo suelto. Rompo los cojines y esparzo las plumas por toda la habitación. Mi dolor de cabeza aumenta, correteo por la habitación sin saber que hacer, notando como resbalan hilos de sangre por mis dedos. Resbalo con la alfombra cayendo al suelo y quedándome tumbada boca arriba, cierro lentamente los ojos mareada pero el dolor de cabeza no cesa

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